Está demostrado
que la publicidad manipula nuestras mentes, haciendo que compremos productos
que no necesitamos, sugiriendo que si no los compramos gustaremos menos, o
seremos peores personas.
Algunas de las
cosas buenas de los anuncios, es que en algunos de ellos hay mucha imaginación,
nos hacen reír, con ellos volvemos a recuperar canciones ya olvidadas…
Pero también son
grandes influencias en cuestión de formar estereotipos, por ejemplo si te echas
este desodorante serás guapo y triunfador, si no serás feo y gordo, como si ser
más o menos atractivo te fuera a hacer triunfar más o menos en la vida.
Los jóvenes sin
darse cuenta hablan de los anuncios, cantan las canciones que en ellos se
cantan, incluso crean modas en los adolescentes. Una de las
cosas que suele unir a los jóvenes cuando hacen un grupo, es la forma de
vestir, por lo tanto las personas que no vistan como ellos, serán vistos como raros,
pobres, pijos… lo que provoca que con los anuncios y la publicidad, se pueda
discriminar a los diferentes, por un tema tan insignificante como la
vestimenta.
Uno de los
anuncios en el que se demuestra lo anteriormente dicho, es por ejemplo el spot de
la marca de Tommy Hilfiger, donde se ve una familia que todos visten igual, con
los complementos de esa marca, lo que transmite que todo el que no vista de esa
manera, no es de la “familia”. Spot de Tommy Hilfiger
Creo que en las
escuelas se puede prevenir esta manipulación, o por lo menos ser más conscientes
de ella, trabajando con los chicos desde pequeños con la publicidad ya que
cuando la analizas en profundidad, es cuando puedes comprobar realmente el grado
de manipulación que sufrimos.
Creo que es
esencial potenciar esta visión crítica en las personas, ya que la publicidad
está en nuestro día a día, ya sea en carteles, anuncios, revistas, en la red….,
y tenemos que protegernos de alguna manera de su invasión.
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